TITULO ORIGINAL : 1)
Assisted and Resisted Methods for Speed Development
(Parte I y Parte II).
2) Resistance Runs in Speed Development.
FUENTE: 1)
Mod. Athlet and Coach; Adelaide 32 (1994) 2, pp 3 - 6
(Part: I),
Sire 351774) 3, pp 8 - 12 (Part: 2)
2)
Mod. Athlet and Coach; Adelaide.
AUTOR: 1) AdrianI Faccioni
2) By M. Letzefter, G. Sanerwein and R. Burger
TRADUCIDO POR: Eneko
Fernández Gaztañaga
TITULO: 1) Métodos con asistencia y resistencia para el
desarrollo de la velocidad. (Parte I Parte II)
2) La importancia de la resistencia en el
desarrollo de la velocidad.
PALABRAS CLAVE: Frecuencia
y amplitud, velocidad máxima y supramáxima, dispositivo de arrastre (cinturón de velocidad
y Ultra Speed Pacer), IEMG, velocidad asistida. Entrenamiento con resistencia, carga adicional.
RESUMEN: El entrenamiento para la
velocidad máxima, debe llevarse a cabo regularmente,
pero hay que tener en cuenta que incluso esta forma de entrenamiento de
realizarse demasiado regularmente puede tener como consecuencia un
estancamiento de la velocidad, con lo que puede llegar a ser muy difícil la
mejora de la velocidad. Para que esto no ocurra el atleta deberá realizar una
serie de ejercicios específicos para la mejora de la velocidad, estos
ejerciciossedividen en dos grupos: - ejercicios de velocidad con asistencia
(arrastre asistido, correr cuesta abajo, cinta rodante para velocidad...) que
ayudan al atleta a incrementar la
velocidad o frecuencia de movimiento. - métodos con resistencia (correr
cuesta arriba, correr sobre arena y agua, arrastre resistido...) que aumentan
la fuerza necesaria para correr.
En
definitiva, el objeto del entrenamiento en velocidad es incrementar los componentes
físicos, metabólicos, y neurológicos esenciales para el incremento de la
velocidad de carrera.
METODOS CON ASISTENCIA Y RESISTENCIA
PARA EL DESARROLLO DE LA
VELOCIDAD
(PARTE I)
Por Adrian Faccioni:
Traducción : Eneko FÉRNANDEZ Y Valentín ROCANDIO
Adrian
Faccioni, profesor del Centro of Sports Studies, University of Canberra,
Australia, presenta una detallada evaluación de los métodos con asistencia y
resistencia para el desarrollo de la velocidad y sus implicaciones con respecto
al entrenamiento. Dada la extensión del texto original, este número cubre
solamente los métodos con asistencia; los métodos con resistencia se
presentarán con el próximo número.
La velocidad de carrera viene
determinada por la frecuencia y la amplitud del paso (velocidad de carrera =
frecuencia de zancada x longitud dezancada). Sin embargo el incremento de la
velocidad desde submaximal a supramaximal no significa un incremento lineal de
la frecuencia y amplitud del paso. Mero y Komi (1.986) describen cómo la
amplitud se mantiene a un nivel mientras la frecuencia continúa su incremento
hacia la velocidad supramáxima. Por lo tanto, deberemos concentrarnos en el
incremento de la velocidad de movimiento de las extremidades si se quiere
mejorar la velocidad máxima de carrera. Esto puede lograrse mediante una
variedad de ejercicios específicos que consisten en unos movimientos
específicos realizados a un ritmo parejo al de competición. El objetivo del
entrenmiento en velocidad es incrementar los componentes físicos, metabólicos y
neurológicos esenciales para el incremento de la velocidad de carrera.
El entrenamiento para la velocidad
máxima (100%) debe llevarse a cabo regularmente, pero hay que tener en cuenta
que incluso esta forma de entrenamiento de realizarse demasiado regularmente
puede traer como consecuencia un estancamiento de la velocidad, con lo que
puede convertirse muy difícil la mejora de la velocidad. Para que esto no
ocurra el atleta deberá realizar una serie de ejercicios específicos para la
mejora de la velocidad, estos ejercicios se dividen en dos tipos principales:
por una parte, ejercicios de velocidad con asistencia, que ayudan al atleta a
incrementar la velocidad o frecuencia de movimiento, y por otra parte, métodos
con resistencia, que aumentan la fuerza necesaria para correr. Los métodos con
asistencia hacen que todos los sistemas del cuerpo se adapten a los movimientos
de gran velocidad, los cuales se transfieren a los movimientos no asistidos.
Por su parte, los ejercicios de velocidad con resistencia implican a un mayor
número de fibras musculares y un mayor grado de actividad neural, lo cual se
transfiere también a la actividad competitiva.
METODOS DE VELOCIDAD CON
ASISTENCIA
MÉTODOS DE TRACCIÓN (ASISTIDO)
La velocidad supramáxima de carrera
(>100%)
puede lograrse mediante un dispositivo de tracción(cinturón de
velocidad, Ultra speed Pacer), o una cinta rodante para provocar una
velocidad de carrera mayor que la que se logra en condiciones carentes de
asistencia. Los investigadores han encontrado incrementos en la frecuencia del
paso (Mero y Komi 1.986, Mero y Komi 1.990), IEMG (Duetz et al 1.979, Komi
1.983, Golhofer et al 1.984, Mero y Komi 1.986), fuerzas de reacción al suelo,
tensión muscular, energía elástica almacenada (Ito et al
1.983,
Mero et al 1.987, Mero y Komi 1.990), e incremento en la eficacia de la
contracción muscular y en habilidad para la carrera (Mero et al 1.987) durante
la velocidad supramáxima.
Se ha
observado que la frecuencia del paso contribuye un 6’9% y la amplitud un 1’5 %
al incremento de la velocidad de carrera de máxima a supramáxima. Esto conduce
a una significativa correlación de 0’64 entre cambios en velocidad y frecuencia
de paso de velocidad máxima a supramáxima. Podría interpretarse que esto beneficia
al entrenamiento de velocidad al adaptar la actividad neuromuscular humana a un
mayor nivel de actuación. Mero y Komi (1.990) observan solamente un 2’5% como
contribución de la frecuencia de paso al incremento de velocidad, y 6’2% como
contribución de la amplitud. Esta discrepancia de los resultados se debe a una
velocidad supramáxima demasiado alta: 109% de la máxima. Velocidades superiores
a un 106% de la máxima traen consigo un incremento en amplitud del paso, lo que
a su vez provoca un incremento de la fase de frenado en cada contacto con el
suelo. trayendo como consecuencia una frecuencia de paso menor (Mero y Komi
1.987, Mero et al 1.987, Mero y Komi 1.990).
Se ha
demostrado que el aumento en velocidad de carrera trae consigo también un
aumento en los registros de EMG (IEMG) integrados (medida de la actividad
muscular) (Mero y Komi 1.986). Dietz et al (1.979) señalan que el EMG del
gastrocnemio experimenta un fuerte incremento, de 35 a 45 ms tras contacto con
el suelo, y alcanza su nivel máximo con el límite del estiramiento muscular.
Este incremento en actividad eléctrica se debe, según estos autores a un
incremento de input proveniente del reflejo de estiramiento espinal. Sugieren
también que la alta actividad IEMG incrementaría también la tensión muscular
durante el impacto (Komi, 1.983, Golhofer et al 1.984).
Mero et al
(1.987) han encontrado que la carrera a velocidades supramáximas (104%+
3’4%) trae
como consecuencia notables incrementos en producción de fuerza horizontal (1052
N) y vertical (3481 N) durante el impacto, en comparación con los valores
logrados mediante procedimientos no asistidos (respectivamente, 880 N y 2704
N). Estas fuerzas se deben a un incremento de distancia desde la toma de
contacto del pie hasta la proyección del centro de gravedad (31 cm), en
contraste con la registrada en carrera sin asistencia (27 cm).
Un
incremento en tensión muscular es ventajoso en la fase excéntrica del ciclo
estiramiento-acortamiento (tal como el contacto con el suelo durante un sprint,
puesto que puede traer como consecuencia una mayor acción de rebote a través
del músculo que almacena más energía elástica con lo que se aumenta su fuerza
(Mero y Komi 1.986). Ito et al. (1.983)
muestran que la contribución de la energía elástica almacenada al trabajo
positivo (concéntrico) se incrementa con la velocidad de carrera (1’9 a 6’1
m/s). Por lo tanto la creación de una situación de sobrevelocidad aumentará la
actividad del ciclo estiramiento-acortamiento del sisema neuromuscular, lo que
a su vez traerá una mayor eficacia en el contacto con el suelo de los atletas
de velocidad.
Estos investigadores han demostrado
que, tras varias carreras a velocidad supramáxima, se observa un descenso de
los valores de fuerza excéntrica tanto en la dirección horizontal como en la
vertical, que van de 1.052 a 916 N, y 3.481 a 3.176 N respectivamente. Esto es
debido a un acortamiento en la amplitud del paso (2’21 a 2’19 m), un incremento
en la frecuencia del paso (4’65 a 4’69 Hz), y una menor velocidad de avance del
pie previa al contacto (2’03 a 1’77 m/s).
En
términos más generales, esto significa que los atletas trataban de incrementar
la velocidad con la que la pierna delantera contacta con el suelo lo cual traía
consigo un contacto con el suelo más eficaz a la velocidad supramáxima de
carrera. Se considera que esto también contribuye a una mejor adaptación del
sistema neuromuscular a mayores niveles de actuación.
El estudio
de Mero et al (1.987) mencionado arriba resaltaban también que un posible
problema para el logro de la velocidad supramáxima consiste en que muchos
atletas, al principio de la experiencia, meramente se dejaban arrastrar por el
dispositivo de remolque, por lo que en realidad corrían a velocidad submáxima,
hecho reflejado por un descanso de la frecuencia del paso y el IEMG. Por lo
tanto, es crucial en el entrenamiento de la velocidad supramáxima mediante esta
técnica el instruir al atleta para que corra a nivel máximo mientras es
remolcado.
Dos son
los dispositivos de supervelocidad que actualmente se utilizan en Australia: el
cinturón (el Track Junkie), y el Ultra Speed Pacer. Ambos tienen sus
ventajas y limitaciones.
El
Cinturón de Velocidad es eficaz para la práctica de salidas, aceleraciones y
velocidad máxima (supramáxima) de carrera. Para aceleraciones de corta
distancia se pueden unir dos atletas al mismo aparato, y para practicar la
velocidad punta, los atletas pueden remolcarse distancias mayores de 100 m.
Entre sus limitaciones se encuentran el que es bastante difícil controlar la
velocidad de remolque (que depende de cuánto se halla estirado la cuerda de
goma y el ritmo del atleta delantero). Asimismo este dispositivo no permite
frenar con rapidez (lo que puede ser
necesario si el atleta nota algún problema muscular). La cuerda engomada es hueca
y puede rasgarse fácilmente si se pisa con clavos o tacos. Por experiencia
personal, diría que la cuerda debe ser estirada solamente de 5 a 10 m más que
su longitud de reposo (15 m) si se quiere proporcionar una tirada adecuada para
que el atleta trasero logre velocidad supramáxima.
El segundo
dispositivo que hemos mencionado, el Ultra Speed Pacer, logra aumentar la
velocidad de carrera mediante un sistema de poleas. Las ventajas de este
sistema con respecto al Cinturón son que el atleta delantero no necesita
esforzarse tanto para que el atleta remolcado adquiera la velocidad deseada. De
esta forma se hace más fácil controlar la velocidad de arrastre. Además si el
atleta remolcado considera que la velocidad es demasiado grande puede soltarse
gracias a un sistema de seguridad, con lo que podrá parar antes de que se
produzcan lesiones musculares. Las desventajas del dispositivo son que requiere
un objeto sólido e inmóvil al que sujetarse, y dos atletas para hacerlo
funcionar. Además, solamente puede remolcarse un atleta cada vez (esto se
podría modificar fácilmente), y éste puede ser remolcado sobre una distancia
máxima de 100 m. (esto también podría arreglarse utilizando una cuerda más
larga).
CORRIENDO CUESTA ABAJO
Otro método de lograr velocidad supramáxima de carrera consiste en
correr cuesta abajo. Un estudio de Kunz y Kaufmann (1.981) muestra un análisis
de un incremento en velocidad horizontal de 0’5 m/s sobre el nivel máximo de
carrera logrado en una pendiente del 3%. Este estudio no observó incremento
alguno en frecuencia del paso; registró tal incremento solamente en amplitud,
por lo que se deduce que el incremento en velocidad se debe únicamente a este
segundo factor. Por tanto, este ejercicio tendrá un efecto mínimo sobre el
sistema neural, a diferencia de otros sistemas de entrenamiento en carrera
supramáxima. Los citados investigadores consideraron que una pendiente más
pronunciada (>3%) haría que la amplitud del paso aumentara aún más, trayendo como
consecuencia el incremento de fuerza de frenado y perjuicio en la técnica de
carrera.
CINTA RODANTE PARA ENTRENAMIENTO DE VELOCIDAD
Un tercer método de entrenamiento
mediante velocidad supramáxima consiste en la utilización de una cinta rodante.
En un estudio de Wood (1.985) en el que se analiza el aspecto biomecánico de la
utilización de este dispositivo, se observa que el ejercicio de supervelocidad
tiene efecto principalmente sobre el grupo muscular del muslo (isquiotibiales).
Se observan sensibles incrementos en el límite de los momentos angulares de los
extensores de cadera y flexores de rodilla inmediatamente después del
entrenamiento mediante este sistema.
Wood
propone también que una altura máxima de la rodilla menos que la sugerida por
otros estudios previos (Sinning y Forsyth 1.970) se considere como el
movimiento óptimo, realizado a lo largo del ejercicio mediante mayor actividad
del extensor de cadera. Esta afirmación fue confirmada más tarde en un estudio
kinemático de Ae et al (1.992) basado en la prueba de 100 m masculinos de los Campeonatos
del Mundo de Atletismo de Tokio de 1.991.
Este
estudio comparaba la velocidad de las articulaciones de las extremidades
inferiores de los dos primeros clasificados (C. Lewis y L. Burrell) con la de
un grupo de atletas subélite (marcas de 10’60 a 11’50 sg). La diferencia
principal que se observó entre los dos grupos consistía en una mayor velocidad
de extensión de cadera lograda por Lewis y Burrell.
Wood
afirmaba también que el incremento en velocidad de carrera provocaba también un
incremento en actividad tardía del grupo muscular del muslo, (isquiotibiales)
lo que requería energía adicional para aminorar la velocidad de la pierna
inferior anteriormente a su contacto con el suelo, y hacía que la velocidad
relativa del pie con respecto al suelo se mantuviera cercana a cero (1’77 m/s
en Mero at al (1.987) a velocidades supramáximas). Esto hacía que el grupo
muscular del muslo (isquiotibiales) sufriera una tensión considerable y que
todos los componentes del mismo se extendieran, esto es, se contrajeran excéntricamente justo antes
del contacto con el suelo. El elemento muscular que sufre la mayor tensión es
el bíceps femoral, que es donde las distensiones ocurren más frecuentemente
(Gray 1.975). Cuando se encuentra bajo tensión provocada por condiciones de
velocidad máxima lograda sin asistencia la velocidad angular alrededor de la
rodilla, y por tanto, la tensión previa al contacto con el suelo, será menor,
lo que aminora el riesgo de lesión del grupo muscular del muslo.
(isquiotibiales).
Se puede
considerar como una limitación de la cinta rodante a las diferencias cinéticas
provocadas por el movimiento horizontal y hacia atrás del suelo, en lugar de
que sean los atletas los que propulsen su cuerpo horizontalmente hacia
adelante, ya que estas condiciones pueden interferir con la cinética normal de
la carrera sobre un suelo fijo.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA POR EL ENTRENADOR
Debe
cuidarse el que el atleta no sea remolcado a una velocidad excesiva, y la
carrera debe interrumpirse en cuanto el atleta sienta que no puede mantener una
técnica de carrera correcta. Como conclusión se puede decir que este método de
entrenamiento mediante esfuerzo supramáximo tiene un efecto positivo sobre la
frecuencia del paso.
El método
de velocidad supremáxima debería ser un componente del entrenamiento durante
todo el año, y es más beneficioso si se realiza tanto en la modalidad de
desarrollo de velocidad asistida como en la no asistida. Como en todos los
métodos de entrenamiento de alta intensidad, el volumen deberá ser bajo y
progresivo inicialmente, con énfasis principalmente en que el atleta realice un
esfuerzo máximo y mantenga una buena técnica de carrera.
REFERENCIAS
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Suzuki, M. 1992. The men’s 100 metres. NSA 7:47-52.
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p. 322-332.
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Kunz, H. and Kaufmann, D.A. 1981. Biomechanics of hill sprinting. Track Tech.
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Mero, A. and Komi, P.V. 1987. Effects of stimulated supramaximal sprinting on
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Mero, A., Komi, P.V., Rusko, H. and Hirvonen, J. 1987. Neuromuscular and
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Mero, A. and Komi, P.V. 1990. Effects of stimulated supermaximal sprints on the
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12.
Sinning, W.E. and Forsyth, H.L. 1970. Lower limb actions while running at
different velocities. Med. Sci. Sprts.
2:31.
13.
Wood, G.A. 1985. Optimal performance criteria and limiting factors in sprint
running. Paper presented at the 2nd IAAF Medical Congress, Canberra, Australia.
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