UNA NUEVA FORMA DE ENTRENAMIENTO: LAS VIBRACIONES
D.Iván Chulvi1
y Dr. D. Carlos Pablos2
1.
Becario Colaborador del Departamento de Educación Física de la
Universitat de Valencia
2.
Profesor Titular de la Universidad de Valencia. Departamento de
Educación Física y Deportes
Resumen
En los últimos años, se han ido incorporando a los medios de
entrenamiento distintos métodos sofisticados para el desarrollo de
la fuerza como la electroestimulación y más recientemente la
aplicación de vibraciones mecánicas, bien con objetivo de mejora
del rendimiento deportivo, como de búsqueda de un buen nivel de
condición física para una calidad de vida mejor o incluso como
rehabilitación.
Con respecto a las vibraciones mecánicas, hay poca bibliografía
sobre las investigaciones llevadas a efecto con esta metodología y
dichos estudios están dirigidos a comprobar la influencia de las
vibraciones mecánicas sobre la manifestación de fuerza-velocidad y
movimientos balísticos en atletas utilizando indistintamente la
aplicación de ejercicios con vibraciones sobreimpuestas o con
vibraciones de cuerpo entero (Bosco y col., 1999;Rittweger y col.,
2000; McBride y col., 2004; Luo y col., 2005; Cochrane y Standard,
2005). También se han encontrado investigaciones de los efectos de
este método sobre la mejora propioceptiva y mejora muscular en
participantes de actividad físico-recreativa (Wierzbicka y col.,
1998; Priplata y col., 2003), al igual que en el campo del ejercicio
terapéutico cuyos estudios indican que puede prevenir la
osteoporosis y el dolor de espalda baja (Torvinen y col., 2002).
Por otro
lado aparecen estudios que pretenden comparar el entrenamiento
convencional frente a esta nueva tecnología, habiendo discrepancia
entre los resultados de las distintas investigaciones. El objetivo de
este texto es el de recopilar información sobre la aplicación de
esta nueva tecnología , que nos pueda permitir abordar
investigaciones sobre esta forma de entrenamiento.
Palabras
clave: vibración, entrenamiento, resonancia,
Introducción
Todo material conocido por el hombre tiene una frecuencia natural a
la que vibra al igual que los tejidos biológicos como pueden ser los
músculos que también vibran a frecuencias específicas tanto en
reposo como en activación (Warman y col.., 2002; Barry y Cole,
1988). Las cargas de vibración ocurren tanto en situaciones
cotidianas como se dan en los vehículos motorizados, en los barcos,
en distintos tipos de herramientas, etc, como en situaciones
deportivas (Mester y col., 199; Jordan y col., 2005) tal como
cuantificó Nigg (1997) en esquí alpino, que aparecen vibraciones a
frecuencias de hasta 30Hz, las cuales deben absorberse (Spitzenpfeil,
1999).
Parece
ser, que desde el siglo XIX, se conocen los efectos curativos de los
estímulos vibratorios (Granville, 1881 en Issurin, 1994), mientras
que en el ámbito deportivo se comienza a aplicar por Nazarov y
colaboradores en la década de los 70 (Spitzenpfeil, 1999).
Desde el
ámbito del deporte se habla de dos tipos de entrenamientos con
vibraciones: el primero es el que aplica ejercicios de fuerza con
estimulación vibratoria sobreimpuesta y el segundo y más utilizado,
el que aplica tareas motrices realizadas bajo vibraciones de cuerpo
entero, también llamadas WBV –Whole-body vibrations- (Issurín,
2005). También pueden aplicarse vibraciones de tipo específico
(Chen y col.., 2003; Oliveira y col., 2001; Kumar y col., 1999;
Kumar, 2004 en Tous y Moras, 2004).
Faltan estudios que nos aporten evidencias concluyentes sobre la
eficacia y seguridad de los efectos del método de vibración en
humanos, aunque se plantean hipótesis de que a baja frecuencia y
baja amplitud del estímulo vibratorio, se consigue un seguro y
efectivo ejercicio de intervención (Cardinale y col., 2003).
Igualmente, es escasa la información sobre los efectos de los
diferentes protocolos aplicados que nos permitan basarnos en unos más
concretos y seguros (Cardinale y col., 2003).
Se ha hipotetizado que a baja amplitud y alta frecuencia de
estimulación mecánica en el cuerpo humano es seguro y eficiente
para la mejora muscular y la densidad ósea (Torvinen y col., 2002).
Parece ser que vibraciones a
frecuencias moderadas (25-50 Hz) con amplitudes pequeñas (2-10mm) y
corta duración de la exposición (inferior a los 30 minutos con
intermitencias) pueden provocar efectos beneficiosos, a la vez que se
indica que exceder estos parámetros puede ser perjudicial. Cardinale
y Pope (2003) muestran que el cuerpo responde de forma específica a
las variaciones. Sin embargo Yue y Mester (2004) dicen que los
efectos provocados por las vibraciones pueden alcanzar su máximo, a
una frecuencia superior a la de la resonancia (un cuerpo resuena
cuando vibra al recibir impulsos de frecuencia igual a la suya o
múltiplo de ella). Esta situación de resonancia hay que evitarla
para minimizar el impacto que sufren los tejidos implicados, porque
se produce un desplazamiento máximo entre los órganos y las
estructuras esqueléticas (Tous y Moras, 2004, Griffin, 1994 Hertench
y col., 1992 en Spitzenpfeil, 1999). Las normas para un uso correcto
de las vibraciones sin que sea dañino para la salud se encuentran en
ISO2631/1 (Mester, y col., 2003). Superar estas intensidades por un
exceso de vibraciones provocará un incremento del riesgo de cambios
en el sistema músculo-esquelético, dolor de cuello y espalda baja y
cambios degenerativos en la mineralización ósea (Fialova y col.,
1995; Bovenzi y Hulshol, 1999 en Torvinen, 2003).
Control de la exposición de vibraciones
La
frecuencia de vibraciones se mide en Herzios. La magnitud de la
vibración se podrá representar por la aceleración o por
desplazamiento. Por último la duración de la exposición a
vibraciones representado por factores temporales y las posición
mantenida. determinarán los efectos biológicos de la exposición a
vibraciones (Jordan y col., 2005). Partiendo de estos datos, los
protocolos de uso de las vibraciones dependerán de los objetivos a
conseguir, planificando y sistematizando la exposición de
vibraciones en el camino más adecuado
Objetivos del uso de las vibraciones
La
vibración como ejercicio se usa principalmente para entrenamiento de
atletas de élite (Bosco y col., 1999;Rittweger y col., 2000; McBride
y col., 2004; Luo y col., 2005; Cochrane y Standard, 2005), para
terapia de tratamiento de osteoporosis(Spitzenpfeil y Mester, 1997;
Rubin y col., 1998, 2001 en Rittweger y col., 2002) y para los
dolores crónicos de espalda baja (Rittweger y col., 2002).
Imagen 1
Plataforma de vibraciones para miembros inferiores, con uso de
sobrecarga externa) (extraído de Mester y col., 2003)
Respuestas al entrenamiento de vibraciones
Las plataformas de vibración (imagen 1), modifican la
aceleración de la ecuación dinámica (F= m x
a) provocando cambios en las condiciones gravitacionales (1.1g =
hipergravidez), asemejándose a los cambios rápidos y violentos en
la aceleración gravitacional de los ejercicios específicos de
ganancias de fuerza y explosividad (Bosco y col., 1998 en Delecluse y
col., 2003). El entrenamiento de vibraciones de cuerpo entero (WBV),
se basa en una plataforma que genera vibraciones verticales
sinusoidales provocando la activación de las alfamotoneuronas e
iniciando contracciones musculares (Bosco y col., 1998, 2000, 1999;
Runge y col., 2000 ; Delecluse y col. 2003; Jordan y col., 2005). Con
la vibración, se activan los receptores espinales de los músculos
donde se aplica la vibración, y los músculos periféricos (Bosco y
col., 1999). Al aplicar las vibraciones
se van a producir mejoras en la manifestación de potencia, fuerza,
velocidad y en los gestos balísticos posiblemente debido a las
adaptaciones neuromusculares (Delecluse y col., 2003), es decir que
influye en los mecanismos del feedback propioceptivo y los propios
componentes neuronales (Bosco, 2000)..
La
respuesta al estímulo vibratorio, va a depender de tres factores
(Mester, 2003):
-
amplitud
-
frecuencia (estos dos aspectos determinan la intensidad de la carga)
-
rigidez muscular o de la articulación (considerada como respuesta neuromuscular)
Efectos del tratamiento con WBV con objetivos atléticos
La vibración mecánica, que genera repetidos estiramientos sobre
músculos, tendones y ligamentos, aplicada al vientre muscular o al
tendón puede activar una contracción muscular refleja (Hagbarth
y col., 1965;Burke y col., 1976; Cardinale y col., 2003; Rittweger
y col., 2003) excitando las alfa-motoneuronas y provocando la
respuesta conocida como, tonic vibration reflex (TVR) o
reflejo tónico a la vibración (Tous y Moras, 2004; Jordan y col.,
2005), caracterizado por una hiperactivación del reflejo miotático
(Porta y col 2003).
La
TVR es la causa de un incremento del reclutamiento de las unidades
motoras (Torvinen y col., 2002), y por tanto, de una aumento de la
actividad electromiográfica (Jordan y col., 2005) el cual se observa
de forma aguda mediante un incremento temporal en la activación
muscular (imagen 2).
Cuando el estímulo vibratorio
no produce fatiga y si es de relativa corta duración puede
determinar un incremento en el estado excitatorio del sistema
nervioso central y facilitar la capacidad de producción de fuerza en
humanos (Cardinale y col., 2003) como respuesta aguda. Por lo que
podría ser utilizado como medio de potenciación (aumento de fuerza
a una excitación única, es decir, tener un músculo que alcance
mayor velocidad y facilidad para conseguir su fuerza máxima), como
medio que aumenta los efectos del calentamiento (Cochrane y
Standard, 2005; Luo y col., 2005) y principalmente como medio de
preparación para eventos de carácter explosivo (Jordan y col.,
2005).
El
fenómeno del TVR, que se observó en todos los músculos
esqueléticos excepto en los de la cara y lengua, depende de 4
factores:
-
localización del vibrador (sobre músculo o tendón)
-
longitud inicial del músculo (cuanto más estirado mayor respuesta)
-
estado de la excitabilidad del sistema nerviosos central
-
parámetros de estímulos vibratorios (Hz, desplazamiento, tiempos de exposición,...)
Imagen
2 Activación del
músculo (mediante EMG) gastrocnemio con una carga vibratoria de 35
Hz tomado de Delecluse y col., 2003)
Estudios recientes (Rothmuller y Cafarelli, 1995; Berschin y Sommer,
2004) encuentran que la vibración produce una mayor coactivación
agonista durante y después de la aplicación (Gabriel y col., 2002),
lo que podría tener un efecto positivo en la estabilización activa
de la articulación (Berschin y Sommer, 2004). También mejora los
impulsos a la musculatura antagonista (Issurin 1994; Bosco y col.,
1999 Berschin y col 2003; Ports y col., 2003). Es beneficioso para
mejorar el ciclo estiramiento-acortamiento (CEA) y el coeficiente de
reactividad (CR = altura del salto/tiempo de contacto) (Tous y Moras,
2004). Estos datos nos ayudan a concluir que uno de los efectos de la
exposición a vibraciones puede ser el aumento de la potencia
mecánica y eficiencia neuronal de forma muy similar al trabajo de
explosividad convencional (Bosco, 1999). Una aplicación de cinco
minutos con una frecuencia de 20 Hz de WBV produce mejoras en la
fuerza explosiva de jugadoras de voley (Bosco y col., 1999) por lo
que nos hace pensar que con poco tiempo de entrenamiento utilizando
la WBV, mejora la potencia de los miembros inferiores (Cardinale y
col 2003). Se puede decir que la WBV podría ser un medio efectivo
para mejorar la fuerza balística y el rendimiento de la capacidad de
salto (Delecluse y col., 2003)
Hay algún estudio que plantea que el entrenamiento con WBV no
reporta mejorías en comparación con el sistema convencional de
fuerza ante esfuerzos medios (Delecluse y col; 2003). Los mismos
autores llevaron a efecto otro estudio con velocistas y tampoco
observaron mejoras en su comparación con los métodos tradicionales
de mejora de fuerza (Delecluse y col; 2004 y 2005).
Otros estudios que no encuentran mejoras son los de Issurin y col.,
(1994) y Webber, (1997) en Spitzenpfeil, (1999)
Respuesta
hormonal
A nivel hormonal la exposición a vibraciones tiene efectos
positivos. En un estudio llevado a cabo por Bosco (2000) 14
sujetos se sometieron a WBV siguiendo un protocolo de 2 series de 5
repeticiones cada una con 60 segundos de activación y otros 60
segundos de descanso y un descanso de 6 minutos entre las series se
observó que la respuesta hormonal era: un incremento en la
concentración de testosterona (T) y hormona de crecimiento (GH) en
plasma, mientras que el Cortisol (C) desciende, por lo que se
favorece el entorno anabólico. Se sugiere que la respuesta hormonal
y el incremento de la efectividad neuromuscular son simultáneos pero
independientes, y se puede especular que los dos fenómenos pueden
tener mecanismos comunes (Bosco y col., 2000). Además se puede
aportar información en la cual existen mejoras de otros parámetros
importantes. Parece ser que la “potencia metabólica” puede ser
controlada mediante la frecuencia y amplitud de vibración, así como
con la colocación de sobrecargas externas (Rittweger y col.; 2002)
En el estudio llevado a cabo por Di Loreto y col. (2004) encontraron
una ligera reducción de la glucosa plasmática y un aumento de las
concentraciones en plasma de norepinefrina; lo cual indica que se
aumenta la utilización de glucosa por parte de la musculatura
activa.
Por último, los efectos residuales del entrenamiento con
vibraciones, resultan insignificantes (Issurin y col., 1999) pero si
que genera fatiga, y los mecanismos neuronales que pueden causar esta
fatiga por aplicación de vibraciones pueden ser tanto el consumo de
neurotransmisores, la inhibición supraespinal y el reflejo autógeno
de inhibición ((Torvinen y col., 2002; McBride y col., 2004)
Efectos
sobre la flexibilidad
Al producirse un cambio en la sensibilidad de los nocireceptores,
puede mejorar la flexibilidad del sujeto (Issurin y col., 1994;
Mester y col., 2005; Cochrane y Standard, 2005). También se observa
un aumento de la temperatura, facilitando una mayor irrigación y
capacidad elástica (Ports y col., 2003). Ante un entrenamiento de 5
minutos de WBV con una frecuencia de 20 Hz se producen mejorías en
la elasticidad de los músculos flexores de la rodilla (Cardinale y
col.,; 2003).
Prevención y
tratamiento del dolor de espalda baja (Low Back Pain)
El
uso de vibraciones podía ser un medio de mejora y cura del dolor de
espalda baja (Rittweger y
col., 2002). Además,
la flexión de rodillas y cadera amortigua la mayor parte de impacto
que pueda recibir la columna, previniendo de lesiones nerviosas o
pinzamientos (Gusi y col., 2004).
Efectos sobre la salud
en tercera edad y el sistema cardio-circulatorio
Se
puede concebir la intervención mediante vibraciones como una forma
no invasiva y no farmacológica para tratar la osteoporosis, debido a
que es un medio fisiológico que puede inhibir la perdida de densidad
mineral ósea (BMD) post-menopaúsica (Rubin y col., 2004;
Verschueren y col., 2004).
Hay trabajos que indican aumentos de la densidad mineral ósea
(Flieger y col 1998 Issurin
y col 1994; Porta y col 2003).
Las vibraciones pueden ser
un factor determinante en la morfología del hueso, ya que la
frecuencia de unos 30 Hz, modula o genera un entorno anabólico en
el tejido óseo (Tous y Moras, 2004; Torvinen, 2003), pues se dice
que los osteoblastos proliferan más ante vibraciones de baja
amplitud y amplia frecuencia (0 a 50 Hz) (Tanaka y col; 2003). Este
efecto, puede amplificarse si se emplea la resonancia estocástica,
es decir, añadiendo ejercicio dinámico a la aplicación de
vibraciones. También se indica que los cambios en la densidad ósea
son mayores en donde se produce un mayor impacto biomecánico y no
producen cambios significativos en otras zonas corporales (Gusi y
col; 2004). Por lo que este método puede ser eficaz para la
prevención de la osteoporosis a nivel general (Jordan y col., 2005).
A nivel cardiovascular, se ha planteado como un método adecuado y
seguro para la rehabilitación y mejora funcional en transplantados
del corazón y similar al ejercicio aeróbico estándar (Cravenna y
col.; 2003). A la hora de ver los efectos en la circulación
periférica se encontó un aumento del flujo sanguíneo y
ensanchamiento de los capilares después de la aplicación del
estímulo vibratorio, lo que provocaba una mejora de la circulación
periférica, (Kerschan-Schindl y col.; 2001). También se observa un
efecto tixotrópico por lo que la viscosidad de la sangre se ve
aumentada, y por tanto, la velocidad media del flujo sanguíneo
aumenta (Tous y Mora, 2004).
Existen mejoras en la capacidad de equilibrio puesto que las
vibraciones tienen la capacidad para estimular la propiocepción y
provocar efectos duraderos sobre la postura en adultos sanos
(Wierzbicka y col., 1998; Priplata y col., 2003, en Tous y Moras,
2004; Delecluse y col., 2003; Verschueren y col., 2004).
Al comparar las mejoras del rendimiento muscular obtenidas por el
método de vibraciones comparado con uno tradicional, se vio que eran
similares en su aplicación a una población de mujeres (Roelants y
col; 2004).
En personas de la tercera edad, este tipo de entrenamiento por
vibraciones mejora los parámetros subjetivos y objetivos del estrés
de incontinencia urinaria y su combinación con terapia psicológica
va a incidir en la mejora de calidad de vida (Von Der Heide y
col., 2003).
Igualmente, con la aplicación del método vibratorio se han
observado mejoras en otros aspectos como son la mejora de la función
física, salud en general, calidad de marcha (aplicando el test de
Tinetti), equilibrio y agilidad o en la disminución del dolor o el
incremento de la vitalidad y los efectos beneficiosos sobre la
osteoporosis al aplicar un trabajo sobre 42 voluntarios mayores de
una duración de 6 semanas durante 3 días a la semana 4 repeticiones
de un minuto con vibraciones de entre 10 y 27 Hz. (Bruyere y
col.(2003).
Por último, se puede utilizar como medio de relajación siempre que
se realice con una frecuencia de 20 HZ (Rittweger y col., 2003 en
Cardinale y col., 2004)
Imagen 3
Vibraciones para las extremidades superiores (extraído de Mester y
col., 2003)
Efectos negativos por la aplicación de un exceso de vibraciones
Se debe de
evitar el realizar un exceso de exposición a las vibraciones, ya que
pueden acarrear efectos negativos sobre el organismo, como son
lesiones o enfermedades (Griffin,1997; Jordan y col., 2005; Mester y
col., 2005), vértigos, dolores de espalda (Mester ,2003). Igualmente
se indica que pueden provocar eritemas y edemas en los pies (en
especial tras la primera sesión, siendo más susceptibles las
mujeres). Este estado transitorio se resuelve rápidamente realizando
un leve ejercicio de marcha (Rittweger y col.,2002). También se ha
detectado que dicha exposición prolongada a las vibraciones puede
alterar el rendimiento de los mecanoreceptores, disminuyendo los
procesos perceptivos y sensomotrices (Ribot- ciscar y col., 1996). O
como el estudio de Miyashita y col 1983 (en Tous y Moras, 2004) que
describen el síndrome por vibración, después de una exposición de
2000 horas (2-8 horas al día) en usuarios de motosierras (vibración
en miembro superior, imagen 3), O el estudiio de Wasserman y
col, (1991) (en Jordan y col, 2005) que describen la patología del
síndrome del brazo vibratorio (HAVS) con disfunciones neuronales
como consecuencia de largas exposiciones a vibraciones. También se
ha planteado que el excesivo tiempo de exposición a vibraciones va a
producir fatiga e inhibición del rendimiento neuromuscular (Bosco y
col., 1998; Rittweger y col., 2000; De Ruiter y col., 2002 en
Cardinale y col., 2003).
Parece
ser, que cuando las intensidades son superiores a los 50 Hz, también
se producen efectos negativos como indican los estudios de Necking y
col. (1996) (en Tous y Moras, 2004) que observaron una degeneración
fibrilar en distintos músculos como respuesta a frecuencias de 80Hz
durante 5 horas diarias en 5 días consecutivos, o los deRittweger y
col, (2003) o de Cardinale y col, (2004). Igualmente, se ha observado
que las vibraciones de altas frecuencias producen reducción del
flujo sanguíneo, pudiendo ocasionar lo que se conoce como “dedo
blanco” (Bovenzi y col., 2001; Bovenzi y Hulshof, 1999; Bovenzi y
Griffin, 1997)
Conclusiones
La aplicación de estímulos vibratorios en diferentes campos está
proliferando en la actualidad. A pesar de que se empieza a estudiar
la influencia de este medio de entrenamiento, aún existen muchas
dudas sobre sus efectos, los cuales hemos querido concretar en este
análisis de las distintas investigaciones que hablan de sus efectos.
Hay muchos resultados contradictorios, sobre su efecto beneficioso o
no, y muchos de esos resultados pueden ser debidos a la falta de una
concreción en la aplicación de esta metodología, las poblaciones a
las que se ha aplicado, la duración del trabajo, las intensidades (y
otros parámetros influyentes). Hay que tener en cuenta que el
estímulo determinará los efectos de la exposición y que las
vibraciones se valorarán en Herzios. Con el avance en el
conocimiento de los efectos y de las metodologías a utilizar, se
favorecerá que esta nueva forma de entrenamiento pueda ser más
utilizada, siempre que la eficacia vaya acompañada de la seguridad y
se eviten los efectos perjudiciales que se han citado en la revisión
de los estudios realizados, adaptándose el entrenamiento a las
capacidades particulares de cada sujeto (Jordan y col,. 2005).
Líneas futuras sobre las que investigar de esta metodología
Pese a la falta de estudios que aseguren la eficacia de los
protocolos para evitar riesgos, se indica que la baja amplitud (2
a 10 mm) acompañada de moderadas frecuencias (25 a 40 Hz) y
exposición corta (inferior a 30 minutos con intermitencias, es
seguro y eficaz para la mejora muscular y la densidad ósea (Torvinen
y col., 2002). Estos efectos
beneficios hacen que se puedan englobar las áreas de acción de esta
nueva forma de entrenamiento y que consideramos que por falta de
resultados científicos, se deberían
tener presentes para futuros trabajos de investigación, describiendo
tal y como sugiere Jordan y col., (2005) los protocolos con todas sus
variables y el movimiento específico o posición mantenida.
Se deben de realizar investigaciones en los siguientes ámbitos:
-
Su aplicación en el entrenamiento atlético-deportivo, por su efecto de potenciación. Parece ser que el probable efecto beneficioso que una sesión corta de WBV, puede tener como técnica de calentamiento en pruebas rápidas, porque la manifestación de movimientos rápidos se verá favorecido por la mayor activación del reflejo miotático y una mejora capacidad elástica debida al aumento de la temperatura intramuscular. Por la observación de incremento de la fuerza explosiva en miembros inferiores y mejora en el salto cuando se aplican breves exposiciones de vibraciones con moderada frecuencia, y la observación de los bajos efectos residuales del entrenamiento con vibraciones. Y por último, como medio relajante al aplicar bajas frecuencias (20 Hz).
-
Su aplicación en el campo de la rehabilitación y prevención debido a su efecto sobre la densidad ósea que facilita el tratamiento de la osteoporosis por evitar los impactos. También se facilita la incontinencia urinaria y se pueden tratar las lumbalgias o dolor de espalda baja.
-
Como aplicación al wellness (carácter preventivo de la salud) mejorando el equilibrio y la actitud postural como consecuencia de la mejora de los propioreceptores, al igual que su efecto sobre la mejora de la coordinación intermuscular y mayor activación en los músculos estabilizadores.
-
Y por último estudiar sus efectos negativos como consecuencia de la forma de aplicar esta metodología.
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